Desde hace ya un tiempo escuchamos hablar en el ámbito empresarial de Compliance, pero ¿Qué es? es un término de origen anglosajón quehace referencia al cumplimiento normativo.Su ámbito de aplicación está relacionado con las buenas practicas dentro de las organizaciones, para ello estas adoptan un conjunto de procedimientos y buenas prácticas cuyo objetivo es identificar y clasificar los riesgos operativos y legales a los que se enfrentan. Así se podrán establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos.
Esta serie de mecanismos y procesos a partir de la decisión de la alta dirección, se implantan en las organizaciones a través de lo que se conoce como un Sistema de Gestión Compliance, con el objetivo de mejorar y no por los beneficios económicos que implica.
Compliance cumple con una doble vertiente dentro de cualquier organización: Por un lado, aporta garantía de respeto a la legalidad por parte de la organización y da confianza al cliente y a la vez, sirve como mecanismo para atenuar la responsabilidad penal de la persona jurídica, en caso de que se cometan determinados delitos por miembros de la organización.
El contar con un Sistema de Gestión de Cumplimiento legal se ha vuelto muy necesario, debido a que el entorno legal, social y económico en el que las empresas y organizaciones llevan a cabo su actividad es cada vez más complejo e incierto. Por otro lado, los organismos regulatorios y autoridades cada vez dan mayor importancia a cuestiones como el cumplimiento legal en las personas jurídicas. Un ejemplo de esto se puede ver en la gran cantidad de noticias a nivel prácticamente mundial que están surgiendo sobre la creación de normativas nacionales para normalizar este aspecto.
En numerosos países han surgido numerosos escándalos político y empresariales generando un incremento de la sensibilidad social respecto a este tema, por lo que han sido muchas las organizaciones públicas y privadas las que han internalizado estándares éticos y legales como protocolos de buen gobierno de obligado cumplimiento.
Entre los principales riesgos que corren las compañías que no cuenten con un Sistema de Gestión Compliance destacan aquellos que conllevan consecuencias como: el daño reputacional, la imposición de importantes multas y sanciones, las pérdidas de negocio por contratos no ejecutables o la exclusión de licitaciones o subvenciones públicas.
Sin embargo, el contar con un Sistema de Gestión Compliance, puede beneficiar a las organizaciones en cuatro aspectos fundamentales:
En relación con los intereses comerciales: Mejorará la percepción y aumentará la reputación de la organización, su imagen de marca, sus productos de cara a clientes y proveedores, favoreciendo así el incremento de la actividad comercial. Por otro lado, contribuirá a cumplir las condiciones que las grandes empresas solicitan a sus proveedores, etc.
Desde el punto de vista económico: Ayudará a detectar el uso indebido de medios propios de la compañía, así como hurtos, robos, y actitudes impropias de directivos, mandos intermedios, empleados y proveedores. Todos esto minimizará gastos.
Con respecto al funcionamiento de la organización: Contribuirá a mejorar la comunicación y la confianza interna de la empresa, lo que ayudará a contribuir a mejorar el clima de la organización, así como el comportamiento de todos los trabajadores.
A nivel jurídico: Permite acreditar que existe un sistema de control adecuado a las exigencias de la ley y se cumple con la normativa vigente a nivel de compliance. Por otro lado, ayudará a eximir a la propia compañía de responsabilidad penal, evitando la imputación de la empresa en el caso de que se cometa un delito en su entorno, protegiéndola sobre todo de posibles multas.
La norma ISO 19600:2015:
En el 2015, el Organismo Internacional de Normalización (ISO) publicó la versión final de ISO 19600, sobre Sistemas de Gestión Compliance. Esta norma proporciona las directrices necesarias para desarrollar, establecer, evaluar, mantener y mejorar un sistema de gestión eficaz de cumplimiento dentro de una organización. Por otro lado, este estándar permite a las organizaciones llevar a cabo una gestión del compliance con la que evitar sanciones que podrían dificultar la rentabilidad y posicionamiento de la empresa.
La norma ISO 19600 podrá ser aplicada a cualquier organización, aunque eso sí, es necesario que las organizaciones se decidan por su implementación con sentido común y sabiendo que se trata de una decisión sostenible en el tiempo.
Dentro de las ventajas que aporta esta normativa, cabe destacar: El establecimiento de buenas prácticas en temas de gestión de compliance, la simplificación de la gestión de riesgos y finalmente, esta norma es compatible con el resto de normas ISO para los sistemas de gestión, por lo que su aplicación se verá facilitada.
Fuente: Isotools