La administración pública desde hace muchos años viene generando una gran desconfianza por parte de los ciudadanos, ello debido a la falta de control y supervisión del dinero de las arcas públicas, así como de las licitaciones públicas que ha derivado en graves casos de fraude y corrupción.
Ante la pregunta, ¿existe algún tipo de auditorías que supervise a la administración pública? Pues sí, la auditoría gubernamental, la cual se centra precisamente en la supervisión y control de la gestión de la economía pública. Se analiza su actividad y economía, que éstas trabajen en torno a la eficiencia y la transparencia, actuando siempre acorde a las disposiciones legales pertinentes y aplicables al caso concreto.
La auditoría gubernamental se hace cada vez más necesaria, para una sociedad que aboga por la transparencia y exige una actividad pública responsable y confiable, precisando de normas modernas y adaptadas al entorno económico, social, cultural y político del momento.
Dentro de las características de la auditoría gubernamental, podemos mencionar que: Realiza evaluaciones, estudios, revisiones e investigaciones de la actividad pública; es una auditoría objetiva, realizada y dirigida por un auditor imparcial; evalúa las operaciones que se han llevado a cabo anteriormente (es un análisis a posteriori). Asimismo, compara con las normas de rendimiento, de calidad o con disposiciones y principios generalmente aceptados y finalmente, la auditoría gubernamental concluye con un informe verbal y otro escrito.
Objetivos de la auditoría gubernamental
Este tipo de auditoría, no sólo aboga por el buen funcionamiento de las arcas públicas, para que exista una actividad responsable por parte de la Administración Pública, sino que también:
Promueve mejoras y reformas constructivas, en base a criterios críticos y objetivos; determina e informa la normativa y programas legales autorizados; averigua si los recursos humanos, materiales y económicos se emplean de forma eficiente; comunica al resto de organismos y entidades sobre todo aquello que se haya descubierto y sea significativo para ellos.
El procedimiento de la auditoría gubernamental sirve, en primer lugar, para analizar cómo se están empleado los recursos que una determinada Administración tiene asignados. Posteriormente se determinan algunas pautas de actuación, para que dicha Administración actúe de manera óptima y emplee los recursos de la mejor manera posible. De esta manera, se dará valor a su imagen de cara a los ciudadanos ya que se trata de actuar de manera responsable y preocuparse por realizar una profesional y excelente asignación de recursos y mejorar el servicio al contribuyente.
Tipos de auditoría gubernamental
Existen dos tipos de auditoría gubernamental en función del objetivo que tenga:
- Auditoría financiera: Dentro de esta auditoría financiera, distinguimos 2 subtipos:
Auditoría de estados financieros. Su objetivo es el de determinar si los estados financieros de la Administración Pública auditada tienen una lógica, y analiza si las operaciones y resultados del ejercicio se enmarcan dentro de los principios de contabilidad.
Auditoría de asuntos financieros. Este tipo de auditoría se centra en los programas y actividades diseñados y determinar si actúan dentro de las exigencias legales.
- Auditoría de gestión: Este tipo de auditoría no sólo se centra en cómo se asignan y distribuyen los recursos de los que dispone la Administración; sino que analiza también la labor y desempeño de los funcionarios, si éstos actúan en base a la buena fe, trabajando con el objetivo de cumplir las metas y objetivos propuestos.
Fuente: EmprendePyme