Para iniciar, es importante recordar que, la Auditoría interna es una actividad independiente y objetiva de aseguramiento y consulta, cuyo objetivo es agregar valor y mejorar las operaciones de una organización, ayudándolas a cumplir sus objetivos aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno.
Mediante el Código de Ética del Instituto de Auditores Internos, busca promover una cultura ética en la profesión de auditoría interna, por lo que la misma es necesaria y apropiada, ya que ésta se basa en la confianza que se imparte a su aseguramiento objetivo sobre la gestión de riesgos, control y dirección. El Código de Ética del Instituto abarca mucho más que la definición de auditoría interna, ya que incluyen dos componentes esenciales: Los principios que son relevantes para la profesión y práctica de la auditoría interna y las Reglas de Conducta que describen las normas de comportamiento que se espera sean observadas por los auditores internos. Estas reglas son una ayuda para interpretar los Principios en aplicaciones prácticas. Su intención es guiar la conducta ética de los auditores internos.
Este Código de Ética se aplica tanto a los individuos como a las entidades que proveen servicios de auditoría interna. Asimismo, en el caso de incumplimiento del Código de Ética será evaluado y administrado de conformidad con los Estatutos y Reglamentos Administrativos del Instituto perteneciente. El hecho de que una conducta particular no se halle contenida en las Reglas de Conducta no impide que ésta sea considerada inaceptable o como un descrédito, y en consecuencia, puede hacer que se someta a acción disciplinaria al socio, poseedor de una certificación o candidato a la misma.
Existen ciertos principios que se espera que los auditores internos puedan cumplir:
Integridad: La integridad de los auditores internos establece confianza y, por lo tanto provee la base para confiar en su juicio.
Objetividad: Los auditores internos hacen una evaluación equilibrada de todas las circunstancias relevantes y forman sus juicios sin dejarse influir indebidamente por sus propios intereses o por otras personas.
Confidencialidad: Los auditores internos respetan el valor y la propiedad de la información que reciben y no divulgan información sin la debida autorización a menos que exista una obligación legal o profesional para hacerlo.
Competencia: Los auditores internos aplican el conocimiento, aptitudes y experiencia necesarios al desempeñar sus servicios de auditoría interna.
Asimismo, los auditores internos deberán cumplir con algunas Reglas de Conducta, como son:
Integridad: Los auditores internos desempeñarán su trabajo con honestidad, diligencia y responsabilidad, respetando las leyes, manteniendo en reserva los datos del cliente y contribuir a los objetivos legítimos y éticos de la organización.
Objetividad: Los auditores internos no podrán participar en ninguna actividad que pueda perjudicar o aparente perjudicar su juicio profesional, asimismo podrán Divulgarán todos los hechos materiales que conozcan y que, de no ser divulgados, pudieran distorsionar el informe de las actividades sometidas a revisión.
Confidencialidad: Los auditores internos deberán ser prudentes en el uso y protección de la información adquirida en el transcurso de su trabajo.
Competencia: Los auditores internos podrán participar sólo en aquellos servicios para los cuales tengan los suficientes conocimientos, aptitudes y experiencia. Mejorarán continuamente sus habilidades y la efectividad y calidad de sus servicios.
Fuente: IaiPerú