Se entiende como Gobierno Corporativo, al conjunto de las diversas políticas, reglas, prácticas y procesos establecidos por la Junta Directiva para gobernar una organización de manera efectiva, monitorear su aplicación y cumplir sus objetivos. Siendo el principal responsable del gobierno corporativo de una organización su Junta Directiva.
Al hablar de la auditoría interna en el gobierno corporativo, básicamente se refiere a que, en virtud a su naturaleza, puede aportar y ofrecer su concurso como tercera línea de defensa, puesto que proporciona garantía objetiva y conocimiento sobre la efectividad y eficiencia de los procesos de gestión de riesgos, control interno y gobierno.
El buen gobierno corporativo puede estar respaldada en base a una función de auditoría interna dinámica y ágil, ya que la auditoría interna puede dar un valor adicional al incluir revisiones de los procesos y procedimientos de la organización en áreas tales como: Cultura corporativa, identificación y administración de riesgos, seguridad cibernética y planificación empresarial.
El gobierno corporativo está regulado por normas de acuerdo a sus jurisdicciones, normalmente, hay exigencias específicas para el gobierno corporativo de entidades que cotizan en bolsa a las que se suele exigir un código de buen gobierno; lo mismo ocurre con empresas privadas de gran tamaño o con entidades que tienen cierto interés público.
Dentro de las disposiciones de los códigos de buen gobierno corporativo, se incluye la existencia de un comité de auditoría, pero no suele exigirse la existencia de la función de auditoría interna. El comité es responsable de llevar a cabo las responsabilidades de gobierno con respecto a la auditoría, el riesgo y los controles internos y debe informar a la junta según corresponda. También existe el requisito de que el informe anual de la empresa debe describir lo que hace el comité de auditoría.
En el caso de existir la función de auditoría interna, es vital que el comité le brinde supervisión y apoyo adecuados para que pueda proporcionar un mayor valor a la organización, ya que gracias a la auditoría interna se tendrá una visión independiente y objetiva de la manera en que la organización está abordando sus principales riesgos.
Para una adecuada labor de la función de auditoría, se requiere, mantener reuniones periódicas durante el año entre el comité de auditoría, el jefe de auditoría interna y el socio de auditoría externa, de existir; la auditoría interna debe estar estrechamente involucrada en las discusiones de la organización sobre el riesgo; contar con los recursos y el personal adecuados.
Asimismo, es importante contar con revisión independiente realizada por consultores externos cada dos o tres años sobre la idoneidad de la función de auditoría interna; protección y monitoreo del comité de auditoría a la independencia de la auditoría interna de la gestión operativa y políticas internas de la organización y la capacidad del jefe de auditoría interna para plantear informal y oportunamente cualquier inquietud urgente sobre el riesgo o los controles internos con el presidente del comité de auditoría.
Aunque, no es obligatorio que una empresa tenga una función de auditoría interna, es importante tener en cuenta que, una buena función de dicho órgano contribuye a fortalecer el sistema de control interno y al cumplimiento de los objetivos. La alta dirección de muchas compañías ha entendido que una sólida función de auditoría interna representa un valor agregado que trasciende el mero cumplimiento. Se ha superado la idea de que las labores de control y aseguramiento representan costos y esto es válido para empresas independientemente de su tamaño, o si están listada en alguna Bolsa. Pero ello requiere que las personas que desempeñan las actividades propias de la auditoría las ejecuten con rigor profesional y con un enfoque proactivo, lo que demanda una permanente preparación en diferentes disciplinas.
Fuente: BlogsPortafolio