Hoy en día, en el mercado B2B (Business to business que se traduce en de empresa para empresa), casi la totalidad de las operaciones se realizan a crédito, lo que ayuda a incrementar las ventas y a fortalecer relaciones comerciales. Es por ello indispensable contar con sistemas de evaluación de riesgo de crédito, teniendo en cuenta la posibilidad de que el cliente no cumpla con las obligaciones de pago en tiempo, forma y cuantía acordados.
Asimismo, es importante fortalecer el sistema de ventas a crédito, junto con el otorgamiento de préstamos, ya que pueden ser claves para fortalecer el entramado productivo y, con ello, proteger empleos y la estabilidad del sistema económico.
A continuación, identificamos algunos tipos de riesgos de crédito:
-Riesgo de impago: Este tipo de riesgo alude a que la contraparte de la operación no paga en la fecha acordada, respecto a ello, en el 2020 con la llegada de la pandemia este tipo de riesgo se convirtió en un gran índice de morosidad en las entidades financieras.
-Riesgo de exposición: Este riesgo se refiere a la incertidumbre sobre los pagos futuros del cliente, y está asociada a la actitud del deudor o a las variables del mercado.
-Riesgo de la tasa de recuperación: Este depende de las garantías de deuda existentes.
-Riesgo de concentración: Este tipo de riesgo se da cuando se entregan montos muy altos a pocos deudores, lo que aumenta el Riesgo de pérdida en el caso de que se presenten morosidades.
Frente a ello, es importante implementar sistemas de evaluación del riesgo de crédito, que nos permita evitar caer en falta de liquidez para soportar la continuidad de las operaciones, detener el incremento de los costes financieros, así como poder tener la posibilidad de realizar nuevas inversiones y, lo más importante, podemos reducir considerablemente la pérdida de ingresos.
¿Cómo reducir el riesgo de crédito?
Con la implementación de una adecuada gestión del riesgo de crédito, podemos disminuir las probabilidades de sufrir pérdidas, es decir, aplicar sistemáticamente políticas y procedimientos para analizar, evaluar y controlar las ventas a crédito.
Existen numerosas herramientas en el mercado que nos facilitan estas labores, las mismas que implica el establecimiento de modelos de riesgo de crédito que consideren la naturaleza, tamaño y complejidad de las operaciones, sin obviar el contexto comercial en el que opera la empresa. Para saber cómo se mide el riesgo de crédito debemos considerar indicadores como:
- Índice de Comportamiento en Pagos (ICP): Este nos permite saber cómo y en qué grado un deudor está afrontando el pago de sus obligaciones en tiempo y forma.
- Límite de Crédito (LC): Permite determinar el importe monetario máximo a conceder a un deudor en un momento determinado con un nivel de riesgo asociado.
- Riesgo Inmediato de Impago (RIIM): Este permite establecer la probabilidad de incumplimiento en el pago de facturas a 90 días o menos.
En un mercado digitalizado, es clave que efectuemos la gestión del riesgo de crédito apoyándonos en tecnologías de vanguardia como la Inteligencia Artificial (IA) y el Machine Learning, los que permitirán reducir significativamente el tiempo y recursos invertidos en el procesamiento de datos.
Asimismo, la utilización de algoritmos de Machine Learning y a la aplicación de la analítica predictiva, permite establecer modelos predictivos de gran precisión, permitiéndonos anticipar el nivel de morosidad en que pueden incurrir los potenciales clientes.
Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, es recomendable siempre apoyarse en herramientas de vanguardia que permitan reducir el riesgo crediticio, teniendo en cuenta herramientas que ayuden a establecer predicciones acertadas con base en datos reales y consistentes.
Fuente: Axesor y Atlax360