La pandemia por el COVID-19 es la crisis de salud global que ha originado grandes cambios en la mayoría de los países, generando una crisis sanitaria, económica y social.
Está pandemia también trajo consigo que las empresas de auditoría no están ajenas a esa realidad, debido a que sus servicios se encontraban en proceso y debían mantener la continuidad de los mismos. Sin embargo, está pandemia también significó nuevos retos y desafíos al auditor para el desarrollo de sus actividades, los mismos que aún se mantienen, como los relacionados con la operatividad del trabajo y cumplimiento de las normas técnicas (Normas Internacionales de Auditoría – NIAs) relativas al desarrollo del trabajo.
Cambios relacionados con la operatividad del trabajo:
Desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas, elaboración de planes estratégicos para cumplir el servicio comprometido, y capacitación al personal para cumplir con la atención a los clientes.
Obtención de recursos financieros disponibles en el mercado para cumplir las obligaciones con el personal y diversos proveedores (ejemplo: Préstamos en Reactiva Perú).
Optimización de la comunicación para una constante coordinación con los clientes para la realización del servicio y continuidad del mismo, así como para atender las consultas de gerencia a tiempo y de forma satisfactoria.
Optimización del respaldo administrativo con el objetivo de mantener la atención al personal del staff de auditores y a los clientes.
Establecimiento y cumplimiento de los protocolos de salud establecidos por el Gobierno.
Se incrementó la participación de los especialistas en TI, para el desarrollo del trabajo remoto (ejemplo: optimización de la señal de internet, capacitaciones virtuales, flexibilización de horarios, etc.).
Se mejoró el ambiente de trabajo mediante la realización de actividades virtuales de socialización e integración del personal.
Cambios relacionados por los principales retos y desafíos técnicos
Modificación del alcance del trabajo para incluir los cambios en los modelos de negocios de los clientes y sea más eficiente en la identificación de los riesgos de auditoría y la aplicación de los respectivos procedimientos para atenuarlos o eliminarlos.
Optimización de las técnicas de auditoría, simplificando el trabajo a través del uso de herramientas digitales, que permitan poder identificar la autenticidad de los documentos recibidos, tener entrevistas virtuales con determinadas gerencias, obtener confirmaciones de saldos de terceros, comparar la información recibida del área contable con otras fuentes de información, entre otros.
Dentro de los efectos de la pandemia, ha generado que muchas empresas, disminuyan sus ingresos llegando a afectar su situación patrimonial y presentándose factores internos y/o externos que evidencian el deterioro de sus activos, por lo que ha sido esencial la identificación de este tipo de clientes.
Incorporación de los equipos de trabajo especialistas para temas de valuación.
Refuerzo de los canales de comunicación digital (principalmente correos electrónicos), para que estos sean más seguros y más fáciles de manejar (ejemplo: BDO Portal).
Como consecuencia de las variaciones en el volumen de operaciones de las compañías y en algunos casos los cambios de actividad económica, se determinó en forma precisa los criterios para el cálculo de la materialidad de auditoría.
El criterio y juicio profesional determinó que en estas circunstancias se ponga mayor énfasis en la determinación de los riesgos significativos de auditoría, especialmente los riesgos de fraude y de estimaciones contables importantes.
Optimización de las técnicas de observación, debido a las limitaciones importantes para el trabajo de los auditores referente a la observación de inventarios físicos de existencias y adiciones de activo fijo.
Se desarrollaron manuales de trabajo que incluyen los procedimientos necesarios para realizar una auditoría remota cumpliendo todos los requisitos establecidos en las Normas Internacionales de Auditoría (NIAs).
Los sistemas de control interno y el trabajo de los encargados de verificar su cumplimiento (auditores internos) también se vieron afectados por lo cual fue necesario reevaluar la confianza depositada en el control interno.
Otros aspectos a considerar:
Contar con nuevos profesionales (talento) que además de sus capacidades, pueda dominar la tecnologías de la información, puedan trabajar en equipos multifuncionales, sean proactivos, tengan conocimiento de los nuevos modelos de negocios, tengan liderazgo, entre otros.
Capacitar al personal para estar actualizado, con las nuevas disposiciones contables emitidas por las entidades internacionales y nacionales, capacitarlos en herramientas tecnológicas que permitan optimizar el trabajo (desarrollo de talentos).
Ajustar la modalidad de trabajo por objetivos, ya que los horarios de trabajo tradicional se han vuelto imprácticos ya que las horas de la jornada laboral se entremezclan con la vida cotidiana en el hogar.
Se deben realizar revisiones de calidad remotas para verificar el cumplimiento de las NIAs y los estándares de las firmas internacionales.
Fuente: BDO