EL VALOR AGREGADO DE IMPLEMENTAR UNA GESTIÓN DE RIESGOS

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Según la ISO 31000:2009, el Riesgo es el efecto de la incertidumbre sobre los objetivos. A menudo puede expresarse en términos de las consecuencias de un evento y de la probabilidad de que se presente. Por lo que podemos decir que, el efecto que puede tener la incertidumbre sobre la consecución de los objetivos puede ser positiva, dando entrada a una oportunidad; o negativa, que en cuyo caso enfrentaríamos un problema.

Tomando como ejemplo, un caso diario, como el objetivo de llegar a tiempo al trabajo, es necesario tomar en cuenta lo difícil que resulta levantarse, el tiempo estimado en tomar el desayuno y prepararse para salir, el tiempo de traslado y algunas variantes propias del día, como lluvias, obras públicas, manifestaciones, inicio de clases y otras, para finalmente llegar al trabajo.

Teniendo en consideración todo ello, es importante estar preparados, de repente alistar la ropa antes de dormir, revisar que el coche tenga gasolina y aire en las llantas y, por último, activar el despertador cerca de la cama, teniendo en cuenta 5 minutos antes por si se ignora la primera vez que suena.

Entonces analicemos: ¿Cuál es el riesgo que estoy gestionando? Llegar tarde al trabajo no es el riesgo. Si esto pasara estaríamos hablando de un problema. El riesgo es no contar con los recursos necesarios para salir de casa a tiempo. Como ya lo hemos identificado analicemos más preguntas ¿Estoy optimizando los recursos a mi alcance para gestionar el riesgo? ¿Podemos trasladarlo? ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Qué acciones podemos tomar para mitigar las consecuencias? ¿Hasta qué grado podemos asumirlo?

Algo primordial en la Gestión de Riesgos, es crear y proteger el valor, es decir, todo aquello que genera utilidad al negocio de tu organización. De acuerdo a la norma internacional ISO 31000, la gestión de riesgos permite a tu organización:

  • Aumentar la probabilidad del logro de los objetivos estratégicos.
  • Minimizar las pérdidas.
  • Identificar las oportunidades.
  • Optimizar el uso de recursos.
  • Establecer una base confiable para la toma de decisiones y la planeación.
  • Cumplir con las exigencias legales y reglamentarias y las normas internacionales.
  • Fomentar la gestión proactiva.
  • Mejorar la información obligatoria y voluntaria.
  • Mejorar los controles.
  • Mejorar la resistencia de la organización.
  • Mejorar la gobernanza.

Lo importante en una organización es conocer hacia dónde va y cómo lo va a lograr, pero también es importante conocer el contexto externo e interno en el que se desenvuelve y disipar la incertidumbre bajo la que opera, para así provocar un efecto positivo en la consecución de sus objetivos.

Fuente: Icorp