Por: Orlando López (Bolivia) – Ponente en el Curso de Especialización “Gestión Integral de Riesgos”
La gestión de riesgos ha venido a representar, además del gran valor agregado para toda empresa, una necesidad en todos los niveles y más aun tomando en cuenta los eventos que venimos experimentando los últimos años: pandemia, fintech, blockchain, inteligencia artificial, crisis financieras, crisis económicas, etcétera; todo ello cargado de una avalancha de información.
¿Recuerdan hace años cuando se decía que la falta de acceso a la información era el principal obstáculo para una eficiente toma de decisiones? Hoy en día en plena era de la “big data” los profesionales contemporáneos están expuestos a una sobrecarga de información, algo así como una «Infoxicación o Infobesidad» y la pregunta inicial cambia de sentido ante esta sobrecarga de información de la siguiente manera:
¿Qué están haciendo los gestores de riesgos para manejar esa información?
No señores, el obstáculo nunca fue la falta de información pues está siempre estuvo presente en las empresas (en menor o mayor grado), la identificación del riesgo es el primer paso para la gestión –y tal vez la más importante-ya que de ella dependerá los demás componentes: el análisis (impacto y probabilidad), la evaluación, tratamiento, controles, mitigantes y la oportuna toma de decisiones.
Pues bien, para lograr este cometido, debemos acudir a las diferentes técnicas de evaluación de riesgos y para ellos tenemos para escoger de una variedad técnicas cualitativas y cuantitativas:
Dependiendo del proceso que se pretenda evaluar, se aplicará la correspondiente técnica; naturalmente que la aplicación puede pasar por una hoja de cálculo Excel o de la aplicación de software especializado.
Fuente: Orlando López (Bolivia)